De por qué debe tener sexo, aunque sea sin amor

De por qué debe tener sexo

Cuando por último se declara la pareja en ruina, pasa un tiempo en el que la persona acostumbra a sentirse en la ruina, empobrecida y colérica consigo misma por tener una visión tan mala para determinados negocios. Sin embargo, pronto, muy pronto, le invade una curiosa sensación de alivio, de bienestar, propia de quien ha descuidado a tiempo un navío que se hunde y se ha salvado. Allá, justo en ese momento comienza el verdadero final de la relación, empieza la caída, aunque la relación haya acabado años atrás. La relación acaba cuando se vuelve a tener un cierto capital libre para invertir en otras empresas; en sí, por ejemplo, en negocios vitales más seguros y más gratificantes. El otro razonamiento en contra es el uso indiscriminado de una medicación de prescripción. Una pomada de xilocaína al 5 por cien es utilizada por dentistas y por profesionales de salud y tiene su venta controlada.

La igualdad sexual ya se superó. La nueva revolución sexual es por la flexibilidad de los papeles que cada uno puede jugar en su sociedad, con la anuencia y el apoyo del otro, pues sólo en armonía pueden ser felices. Se nos orilla a vivir en pareja de por vida; se nos engaña diciendo que la lealtad existe a través de los años, que la dicha va a bañar nuestras vidas día con día, que al casarnos debemos vivir solo y solamente para nuestro cónyuge entregándonos en cuerpo y ánima a él, no debemos querer a nadie más, no faltarle ni con el pensamiento mucho menos con actos y que así el amor pervivirá para siempre. No es preciso gastarse tanto para poder cumplir con esta sugerencia a cabalidad, es tan simple como los ejemplos que te di previamente u otros que se te vengan a la cabeza, solo debes tener una consideración importante, todo lo que ofrezcas y los aparejos que emplees para servir lo que sea hayas decidido servir, deben estar limpios y uniformes. Te lo voy a repetir nuevamente por el hecho de que considero que esta información es muy importante y ha de ser memorizada, tatuada a fuego en nuestro cerebro: toda la comida que sirvas y los aparejos que utilices deben estar limpios y uniformes.

Entre los brazos de Valeria descubrirás todo lo que siempre y en toda circunstancia quisiste saber acerca del placer

Yo intervine con técnicas de terapia cognitiva y conductual para modificar su actitud sexual enfermiza: sus fantasías y sentimientos en los que asociaba inevitablemente el sexo al dolor. Intervine para corregir su tendencia masoquista. Al comienzo del tratamiento, perdió el deseo de tener sexo. Evidentemente, era una forma de resguardarse de ser maltratado. Su condición homosexual se sostenía latente. Posteriormente, conseguimos asociar la penetración anal al dolor y a las lesiones físicas. Las fantasías homosexuales y masoquistas comenzaron a provocarle temor y ansiedad. Por un tiempo se discutió entre el deseo y el miedo. Convertirse en una reina, o cuando menos que la traten de esa manera, es el sueño de muchas mujeres, en realidad sentirse amada como una reina. Mas esto puede no ocurrir y generalmente no sucede, puesto que a veces es la propia pareja que han escogido para sus vidas el depredador que asesina a toda sus posibilidades: las prostituye, corrompe y capa debido, entre otras cosas, a la inseguridad masculina que se fundamenta en el miedo a la gran fuerza natural de la mujer. Pero, lo más raro es que todavía en esta época la mujer deja que eso pase y otras hasta ayudan a que suceda. Como ya he comentado previamente, mi valor esencial es la libertad. Yo necesito sentirme libre en todo instante, y necesito sentir que la persona que está conmigo me apoya en las cosas que decida. Lógicamente que tener pareja implica de cuando en cuando abandonar a algo, mas incluso en un caso así necesito sentirme libre para ser la que decida a qué renuncio y a qué número Cuando conocí a mi marido deseaba formar una familia, y deseaba a alguien con unos valores de familia sólidos, a quien le agradasen los niños y que quisiera tenerlos.

Nos gusta la creatividad

Esto es un problema para mí pues después de 3 veces con mi esposo, ya no puede hacer nada más. Esto me hace sentir mal y en ocasiones pienso que debo adquirirme un consolador para finalizar. No me explico la razón para mi cambio pues cuando joven no sentía nada. Cuando pienso en todos esos años desperdiciados. . . ¿Qué puedo hacer ahora?. Anónima. Los labios internos: los labios internos asimismo se llaman labios menores. Estos son más delgados que los labios externos y se pueden ver cuando los labios externos están separados. Son sensibles al tacto. Como en el caso de los labios mayores, también se hinchan durante las excitaciones sexuales. Se juntan en el prepucio del clítoris en el extremo superior y en el himen en el extremo inferior. Ir a un concierto: la música es un arte muy sensual que puede evocar pasiones y sentimientos profundos. Ir a una actuación sinfónica o concierto juntos como una fecha. Vístete y cuídate mucho preparándote, entonces ve y déjate llevar por la música. Los dos se van a sentir más apasionados después. Una joven esposa asistió a su hermano mayor, quien la llevó a Cristo y la cuidó hasta la madurez para lamentarse de su matrimonio herido y comunicar su resolución de divorciarse. La respuesta de su hermano la sorprendió. creyó que la regañaría y la persuadiría de no separarse. Anticipándose a eso, estaba lista para ser grosera con su hermano por vez primera en su vida solo para salir del matrimonio.

No es controlar, es estar consciente

Frecuentemente, en el momento en que un hombre evita hacer el amor es pues se siente bajo presión para actuar y no tiene la energía para una actuación. Sencillamente no puede ser molestado en hacer todo el juego anterior preciso para que su compañero llegue al orgasmo. Frecuentemente, una mujer no quiere estar bajo ninguna presión para venir, así sea pues está demasiado cansada o bien demasiado agotada por el trabajo del día. Hace ya un tiempo que las mujeres alardean de poder gozar de un succionador de clítoris a la altura de sus demandas. Basta refererir el Satisfyer para poder ver de qué manera a muchas mujeres se les ilumina la mirada y se les dibuja una sonrisa en los labios. Para ellas, gozar del Satisfyer es homónimo de disfrutar de de los mejores cunnilingus simulados de los que puede gozar una mujer. Pero… ¿y el hombre? ¿Tiene el hombre a su predisposición algún juguete erótico dotado de la calidad suficiente para que el placer proporcionado por dicho juguete sea equiparable al de las mejores mamadas?

Otra cita salida de Badoo, esa pocilga. Apenas chateamos unas líneas antes de quedar exactamente la misma noche en que nos conocimos en la Red. Quedé a cenar con ella, cerca de su casa. A lo largo de la cena tuvimos una charla muy amena en la que me contó que tenía una hija de cuatro años y le habían diagnosticado cáncer de algo, no recuerdo, dos años atrás. Lo había superado, mas últimamente se había vuelto a manifestar, por lo que en breve reanudaría el tratamiento. Lo llevaba bien, con lo que pasamos a charlar de otras cosas sin mayor trauma. Me explicó que, debido a la crisis, había comenzado a trabajar en el mundo de la prostitución de manera ocasional, y que no le iba mal. Asimismo me comentó que era lesbiana, puesto que si veía una película porno se fijaba en las chicas y no en los chicos. No obstante, a la hora del orgasmo le agradaba tener, según sus propias palabras, una buena polla dentro. También me contó que su marido la abandonó pues no aguantaba su insaciable apetito sexual, que le hacía masturbarse una media de tres o bien 4 veces cada día, incluso teniendo pareja. Me invitó a su casa el sábado siguiente para nuestro primer y único encuentro. De su casa me planteó ir a un local muy chulo, mas que cantaba a puticlub a leguas de distancia. Por el camino me explicó que tenía varias amigas con gustos sexuales parecidos a los suyos, y que me las presentaría esa noche. Entramos en el puti por la puerta de los trabajadores y llegamos a una habitación bastante amplia y muy pertrechada para la vida moderna, con un mueble bar prácticamente infinito y sofás y sillones tan horteras como singularmente cómodos. Allá había otro chaval, no recuerdo su nombre, al que había invitado una de sus compañeras. En total eran seis las furcias que había, y que de vez en cuando salían para que los clientes eligieran. Mientras no trabajaban, esperaban en la habitación. Conque aquel otro tío y estuvimos toda la noche en una orgía furiosa de sexo en grupo donde ambos éramos puros comparsas de los deseos de aquellas 6 mujeres. Fue tan divertido como patético.